MIENTRAS TANTO, EN EL CIELO – CARO CURCI

Entrevista de Martín Marcou a la cantante, compositora y escritora argentina. //

«Siente en la piel su alma echar a volar, de ser libre del tiempo, sin más nada que pensar…»
Del disco El Ojo de las Puertas Ventana

Caro Curci, cantante, compositora y escritora, es porteña pero se crío en la Patagonia Argentina durante los primeros años de su vida. Sus padres se hicieron cargo de un hospital rural en Tecka, Chubut. Durante ese tiempo conoció la aridez de la estepa y la dureza del clima. Creció en bibliotecas, escuchando música clásica y jazz. En la escuela primaria practicaba deportes, leía Robin Hood, hacia teatro, y estudiaba piano con su tía Olga. En su educación sentimental aparecen las huellas musicales de Roxette, Queen, los Red Hot Chili Peppers, y Nirvana, pero también las de León Gieco, La Trova Rosarina y el folklore.

En el 2004, formó una banda junto a sus amigas, a la que llamó LOFT, e hicieron su debut en el mítico reducto lésbico La Fulana. Junto a su hermana Valeria, creo un dúo que se llamó BEDJI, y recorrieron ferias, anfiteatros, bares, clubes y eventos, llevando música del mundo a todos los lugares donde las invitaban. Más tarde llegó la banda LAS HEIDYS, donde probó con el pop y el rock, y junto a la pianista Silvana Carro, crearon el proyecto CRISTÁLIDA, donde se animaron al rock nacional. Trabajó en innumerables proyectos con músicxs y directorxs de teatro, hizo radio y hasta se dio el lujo de crear junto a Fernando Huerto un «DELIVERY DE CANCIONES», con el cual daban mini conciertos puerta a puerta. En el 2016 se editó su primer libro de poemas, y a la fecha lleva 4 discos editados.

Agricultora de sus propios proyectos, ecléctica e inclasificable, apasionada de la física, la química y la matemática, amante de la poesía, esa niña a la que la abuela materna le enseño a silbar, que jugaba a la radio con sus padres y su hermana, y soñaba con viajar en el tiempo, se convirtió en una artista sólida y singular que hace años viene transitando con su música por diferentes espacios alternativos de la Ciudad de Buenos Aires.

Foto de Verónica Capriglioni.

Pressentar se juntó a hablar con Caro Curci.

¿Qué cuenta tu música? ¿A quién le habla?

Mi música tiene distintos momentos. Mis primeras composiciones y mis primeras letras fueron una búsqueda, interna y externa, para pensar mi propia identidad, mi lugar en el mundo. Supongo que en ese estado, lo onírico y lo real se me mezclaban un poco, y llegué a algunas ideas, a veces muy crípticas y llenas de mis propios sentidos, y a la vez, muy simples desde su música. Creo que buscaba expresar con la música lo que quizás la letra no contaba. Mi siguiente época fue (y es; creo que sigo transitándola), mucho más abierta desde las letras, mucho más explícita y a la vez, simple. Cuenta historias, historias de amor, de vida, de elecciones. Historias de aprendizajes, de tropiezos, de silencios, de tristezas y de alegrías.

Estas composiciones te hablan a vos, a mí, a todxs lxs que tengan ganas de ir un poco más profundo y sentir las emociones como el motor de la vida, como una suerte de brújula hacia nuestra propia verdad. Quiero que mis canciones, y más pensando en hacia donde quiero hacer evolucionar mi música, también puedan explorar algo más lúdico, menos estructurado, más libre y, hasta podría decir, pretendiendo sólo eso: ser un puente al disfrutar de lo simple.

¿Cuáles son las preguntas que recorren tus materiales?

Diría que algunas posibles son: ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Dónde estoy? ¿Cuál es la verdadera felicidad? ¿Soy libre? ¿Qué es lo simple? ¿Dónde quiero estar y quién quiero ser? Creo que seguramente hay otras, menos existencialistas y más terrenales también, que tienen que ver con nuestras prioridades como personas y las historias de vida que transitamos.

¿Tu música se inscribe dentro de un género? ¿Cuál?

Mi música podría encuadrarse dentro del género canción, el famoso código 108 en el listado de SADAIC. Ojo, también se nutre del folklore, la música étnica, el pop y el rock, sobre todo porque me gusta explorar también distintos registros, pero siempre en busca de que la obra prevalezca sobre el género en sí mismo. En mi opinión, el género canción en particular es muy amplio, y encuadra diferentes estilos… De hecho, si vamos a una clasificación clásica, probablemente no lo encontremos como género en sí mismo. De todas formas, creo que lo que lo cohesiona y le da entidad propia, más que ninguna otra cosa, es la preponderancia que tiene la letra en cada una de las composiciones, como elemento ineludible. Creo que el género canción es mucho más popular en el under de la música popular, y que esa condición hace a veces que sea mucho menos conocido en el ámbito más masivo. Lo que me parece realmente genial es que, sea como sea, es un género que se mantiene en el tiempo.

Foto de Celeste Destefano.

¿Cuáles son tus referentes, tus influencias?

Mis referentes fueron variando mucho con el tiempo. Tengo que decir que tengo una fuerte influencia del folklore argentino: la primera música que me acuerdo haber escuchado es el sonido del acordeón a piano de Víctor Heredia. Por otro lado, amo la música clásica, la ópera. Puedo decirte que mi primer amor fue Beethoven, que sus melodías y sus obras, como el «Himno a la alegría», los tengo bastante grabados a fuego en la memoria. Me conmueve la música de Mozart, y tengo que decir que las obras de Tchaikovsky me generan muchísima alegría. Igualmente… tengo mi debilidad por el rock nacional. Si tuviera que elegir a mis referentes, diría que Spinetta es uno de ellos, Charly García es otro… Y por otra parte, admiro profundamente el trabajo de grandes intérpretes como son y han sido Freddy Mercury, Mercedes Sosa, Julia Zenko, Janis Joplin, Aretha Franklin, Enrico Caruso, Joss Stone, Phil Collins, Tina Turner, Marie Fredriksson, Chris Martin, Elina Garança, Diana Krall, Elena Obratzova, y tantxs otrxs que no me están viniendo a la cabeza. No quiero olvidarme tampoco de mencionar a Gabo Ferro, como una gran influencia en mi música.

Música e industria en la actualidad. ¿En qué circuito te agencias?

El sistema moldea, ordena, coordina y hasta supervisa el arte. Y me pregunto: ¿cómo sabemos que nuestro arte es libre? Y en realidad, ¿nuestro arte es libre? Y la palabra clave en esto es la misma palabra que se menciona en tu pregunta: «industria». Estar dentro del mercado, del sistema, se volvió parte de una búsqueda ininterrumpida de muchxs artistas para obtener, a través de la industria musical, de las redes y tantos otros dispositivos, una ganancia. Para mí, eso es un problema, porque en una carrera sistematizada por generar «productos» u «obras» que puedan satisfacer las demandas del mercado, en algunos casos, tengo la sensación de que hay una pérdida de la significación de la obra como una entidad en sí misma y, sobre todo, una pérdida de la búsqueda del artista hacia una obra más cercana a lo que su ser quiere expresar.
No digo que esto no sea válido, sino que simplemente plantea una concepción distinta del arte tal como lo entiendo, más como una máquina de producir obras que como una herramienta para construir sentido.
Hoy por hoy me agencio en el circuito under de la música. No tengo una gran presencia en redes, pero me intriga y a la vez me convoca como espacio para la construcción.

¿Qué vínculos estableces entre teatro y música?

Todos. La música trasciende la tercera dimensión, y se abalanza sobre el tiempo; nos convoca a una construcción de imágenes y de sensaciones en ese espacio, mientras que el teatro, además de construir sensaciones desde la palabra, lo hace también a través de la vista, del olfato, etc. Creo que tienen todo que ver: la música, más allá de lo que consideramos obvio, como una canción, con estrofas, estribillo, ritmo, y demás elementos, tiene uno que lo hace posible: alguien que la interpreta o algo que la genera. Hay alguien o algo ahí que está poniendo el cuerpo, la voz, sus emociones, o simplemente su naturaleza…
Y con el teatro pasa lo mismo. El teatro también tiene ritmo, también tiene pausas, silencios… Y música, en la cadencia de los palabras, en los movimientos de los focos sonoros y, a su vez, en la construcción de ese mundo paralelo (pero puede ser perpendicular o como queramos), que están mostrándonos lxs artistas.
No son lo mismo, es claro… pero tienen todo para sinergizarse, construir y potenciar una obra, que, por sobre todas las cosas, llega a unx espectadorx.

¿Cómo ves la actualidad de las mujeres en la música?

Creo que poco a poco se va logrando una integración, pero siento que todavía falta mucho para que realmente haya una equidad real entre géneros en el ámbito de mercado y la industria musical. Opino que la misma necesidad de generar instrumentos externos para garantizar al menos un cupo femenino (del mismo modo que lo es el cupo trans), es un fiel reflejo de todo lo que falta transitar, sobre todo porque sólo es una manifestación del sistema en el que estamos inmersxs y que constantemente está cambiando y encontrando nuevas formas de adaptarse para cambiar todo, pero no cambiar nada de fondo.

¿Hay alguien con quién te gustaría compartir escenario? ¿Algún sueño por cumplir?

Tengo que decirte que hoy por hoy, tengo muchas pero muchas ganas de retomar el trabajo que hicimos con Vale Curci sobre música del mundo, y profundizar de lleno en esa tarea.
Y así como te digo eso, te digo también que me resuena en la cabeza algo que está totalmente inexplorado por mí, y que me encantaría poder transitar. Se me viene a la cabeza el nombre de Gloria Estefan; trabajar con ella. La considero una completa y gran artista.
Me gustaría también trabajar con Jorge Drexler, con Lila Downs, con Zas, Fiona Apple, y con muchxs otrxs también.

¿Próximos proyectos?

Terminar y lanzar el disco doble que pergeñamos y soñamos junto a Martín Marcou. La primera parte el disco se llama Señora Narda, y la segunda Señor Manuel. Voy a estar participando de nuevos proyectos teatrales a estrenarse en la segunda parte del año, y estaremos realizando una gira con el espectáculo HIJO DEL CAMPO que estuvo siete temporadas en cartel en Espacio Tole Tole Teatro. Pienso terminar y publicar mi libro de, esta vez, cuentos. Compartir mis conocimientos, mi forma de hacer arte, con todxs lxs que quieran.
En suma, vivir y compartir mi arte expansivamente, en todas sus formas. Donde me llaman, allá voy. Nos vemos en los escenarios.

El IG de Caro Curci @caro_curci

La página Web de Caro Curci www.carocurci.com.ar

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